SERVICIOS
Una de las definiciones del diccionário de la RAE para la palabra ‘lengua’ es: “Sistema de comunicación verbal y casi siempre escrito, propio de una comunidad humana”. Para mí una lengua abarca mucho más. Es expresión, cultura, identidad, personalidad, elección, y así sucesivamente. Y, además, también es el factor común de todas mis actividades profesionales. Digamos, la herramienta con la que trabajo.
TRADUCTOR-INTÉRPRETE
A menudo se utiliza el término ‘traductor-intérprete’ como si fueran una sola cosa, una única profesión. De hecho, tanto para el traductor como para el intérprete es esencial dominar perfectamente dos idiomas (al menos), y tener mucha sensibilidad lingüistica. Pero se trata de dos profesiones distintas, que exigen habilidades diferentes y cualidades específicas. El traductor puede consultar diccionarios, colegas o expertos, en su larga búsqueda de la palabra adecuada, para conseguir la precisión necesaria. El intérprete debe conocer muy bien el tema de antemano porque tiene que transmitir el mensaje rápida y exactamente. Ello requiere mucha concentración y produce mucho estrés, por lo que no se puede interpretar durante horas seguidas.
CLASES DE HOLANDÉS O PORTUGUÉS
Para enseñar una lengua es necesario que el profesor además de disponer de conocimientos profundos de la lengua tenga habilidades didácticas y conocimiento sólido (de la cultura) de la región donde se habla la lengua. Sólo entonces el alumno aprenderá a comunicarse de una manera adecuada, no solo hablando la lengua corretamente sino compreendiendo también el contexto cultural que añade singificados al texto o los modifica.